Estuve este fin de semana en Imaginamalaga, un evento que como otros tiene el aliciente principal de verte con amigos y colegas de esta sufrida profesión. También, en ocasiones, de conocer a gente nueva. En esta ocasión uno de los invitados era un tipo singular del que tal vez no nos suene la cara pero sí sus melodías silbadas, sobre todo las de cine. El tipo es cuestión es Curro Savoy, un artistazo como la copa de un pino que pese a tocar improvisadamente con una guitarra de tómbola y un equipo de sonido que dejaba mucho que desear supo meterse a la gente en el bolsillo y hacernos disfrutar de lo lindo.
Una gozada el espectáculo y una gozada el trato humano. Buena gente donde los haya y encima en la charla uno se entera de que aunque por avatares de la vida reside en París, es nacido en esta tierra jiennense, en Andujar y su padre era de aquí de Linares, en cuyas minas trabajó. Veanlo, aunque no lo parezca está silbando.