viernes, 12 de julio de 2019

AUSENCIA. MI LINFOMA Y YO..



Seguramente algunos de vosotros os habréis preguntado por mi ausencia durante estos meses. Algunos, pocos, lo sabéis, la mayoría no. Ignoro si le importa a mucha gente de mis supuestos amigos. No importa. Os dejo una pequeña crónica para quien pueda interesar.
Sucintamente. Al margen del look plagio del amigo Jordi Bayarri.
Me descubrieron un linfoma que tenía manifestaciones en diversas partes del cuerpo pero el principal en torno al corazón. Me operaron el 1 de Abril y desde entonces recibo quimioterapia. La evolución a día de hoy parece positiva.
Como comprenderéis esto no es una vuelta a la normalidad. Seguiré aún un tiempo sin aparecer por aquí y desde ya pido disculpas porque no contestaré comentarios.
Para aquellos que les apetezca más información os dejo un relato un poco más extenso.
Hará cosa de un año que arrastraba algunos problemas de salud, tuvieran conexión o no, el caso es que en Marzo se acentuó un deterioro físico que tuvo como colofón la detección de un cáncer. Y a partir de ahí se entra de sopetón en una realidad nueva. Una sucesión de hechos, atropellados y sin tiempo de digerir...una auténtica montaña rusa que ha vivido y vive mucha gente y que el azar ha querido que en esta ocasión la protagonice yo. Y una vez en el asunto pues toca lo que toca. Afrontar la situación como uno buenamente sabe y puede. Y en eso estamos.
Como os podéis imaginar se pasan por distintas fases. Nada original. Lloronas, miedos, cierta resignación, cabreo...Lo más intenso, lógicamente, el comienzo, cuando a la sorpresa y el susto/terror se superponen las dudas, la incertidumbre, el desconocimiento y alcance de la enfermedad.
Y comienza la peli. Un TAC detecta masas tumorales en el abdomen y en la parte superior, en el pecho, las más grandes rodeando, colonizando el corazón, con infiltraciones en el mismo. Se me envía de urgencia al hospital Reina Sofía de Córdoba donde se me opera del corazón. Se quita lo que pueden de esa masa tumoral sin tocar el organo y se manda a hacer la biopsia. Si es un cáncer al uso (por llamarlo de alguna forma) quiere decir que tengo metástasis a mogollón y la operacion no ayudará significamente a mejorar los negros augurios en cuanto a esperanza de vida. La información que me dan, por elección mía y como cobarde confeso es de tipo medio. Lo que os acabo de contar no lo conocía en tiempo real. Solo el hecho de la operación. La familia, mi mujer e hijos si que conocían y sufrían en silencio el negro panorama. Paso un tiempo post operatorio durillo hasta que llegó el resultado de la biopsia. Era un linfoma. Ganglios del sistema linfático inflamados y tumorales. Dentro de malo las esperanzas eran mayores y había tratamiento, con los riesgos evidentes, muchos, pero, repito, mayores esperanzas, sino de curación al menos de que la enfermedad remita y este controlada.
Se impone un largo proceso. Comienza la quimioterapia y en eso estamos. Cuatro sesiones de 6 horas y camino de la quinta.
Las pruebas y controles parecen indicar una evolución positiva. Dicho esto con todas las reservas, porque estos chutes en el mejor de los casos combaten eficazmente la enfermedad pero también te van debilitando y haciendote muy vulnerable al dejar las defensas hechas unos zorros. De manera que se imponen severas medidas de higiene y precauciones de todo tipo por tiempo ilimitado, porque contagios o infecciones, aunque sean leves, en éstos casos pueden complicar mucho las cosas.
Cuídense. Un abrazo

1 comentarios:

Manuel Colorado dijo...

Paco eres un gran guerrero, yo no creo que fuera capaz.
Pa lante siempre amigo.